miércoles, 13 de noviembre de 2013

Los arrecifes artificiales y la protección del ecosistema marino

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La conservación de la biodiversidad debe ser hoy en día una de las prioridades de la humanidad. En este sentido, los arrecifes artificiales se han convertido en una de las estrategias más polémicas desarrolladas por el hombre para intentar salvaguardar el patrimonio marino.

¿Cómo son los arrecifes artificiales?

Los arrecifes artificiales son estructuras creadas por el ser humano con diversos materiales, acondicionadas para proporcionar un hábitat adecuado para diversas especies de la flora y fauna marinas. Estas estructuras pueden ser de concreto, de metal, pueden ser cilíndricas, cuadradas e incluso, grandes barcos que ya han perdido su capacidad útil de navegación.
Proveen un sustrato duro a aquellas especies que lo necesitan para desarrollarse (los llamados organismos sésiles) como las algas, las esponjas, las gorgonias y los corales, entre otras criaturas. A su vez, tanto estos organismos como la propia estructura artificial, proveen refugio y alimento a las más diversas especies como los peces, los crustáceos, etcétera.
Los-arrecifes-artificiales-y-la-proteccion-del-ecosistema-marino-1.jpgISTOCK/THINKSTOCK

Beneficios de los arrecifes artificiales

Estas estructuras no solo contribuyen a la generación de espacios para la nueva vida submarina que las colonizan, también son útiles ya que disminuyen la presión sobre los arrecifes naturales proporcionando sitios alternativos para el buceo y la pesca submarina, actividades que pueden llegar a sobreexplotar las zonas de arrecifes. Muy relacionado con esto está el beneficio económico que pueden significar al atraer a los cada vez más numerosos ecoturistas que gustan de explorar, por ejemplo, los barcos hundidos.
Otro de los grandes beneficios de estas estructuras es su contribución a la disminución de la pesca ilegal mediante el uso de redes de arrastre. Este agresivo método de pesca suele arrasar con el fondo marino, destruyendo completamente ecosistemas muy sensibles y de difícil recuperación. Los arrecifes artificiales provocan que las redes queden atoradas y se rompan, por lo que los pescadores se abstienen de emplearlas en estas zonas.
Los-arrecifes-artificiales-y-la-proteccion-del-ecosistema-marino-2.jpgKARL WEATHERLY/PHOTODISC/THINKSTOCK

¿Son los arrecifes artificiales una verdadera solución?

Ya sean barcos hundidos u otras estructuras, los arrecifes artificiales pueden tener diversos efectos en dependencia de si se adoptan o no medidas para reforzar su función. Por ejemplo, una de estas estructuras puede provocar en “efecto de llamada”, una aglomeración de especies que puede facilitar su captura si previamente el espacio no ha sido protegido de la explotación comercial.
Algunos, como los grandes barcos o pecios, pueden ser peligrosas para los buceadores menos experimentados, por lo que algunos ponen en duda su verdadera utilidad para el ecoturismo tradicional. Estos barcos deben estar bien limpios, no deben contener sustancias tóxicas de ningún tipo que ponga en riesgo la naturaleza, como pinturas, instalaciones eléctricas o materiales aislantes. Este proceso puede ser muy caro y sin las adecuadas medidas de control, y determinadas empresas han llegado a hundir embarcaciones sin las condiciones apropiadas, lo cual ha provocado efectos muy negativos en el ecosistema.
Podemos concluir afirmando que los arrecifes artificiales pueden ser un complemento a la protección de los ecosistemas marinos, pero nunca sustituirán la preservación de los arrecifes naturales, las verdaderas joyas de los mares. Solo cuando se hayan realizado los necesarios estudios biológicos, oceanográficos, toxicológicos, entre otras disciplinas, insertados dentro de un programa a largo plazo de protección de áreas marinas, podrá ser efectiva una medida como esta, nada libre de polémicas y cuestiones biológicas y éticas aún por responder.

martes, 12 de noviembre de 2013

La curiosa reproducción de los Lophiiformes


Es alucinante lo que podemos encontrarnos en la naturaleza. Entre las estrategias reproductivas son muy conocidas y han sido muy bien documentadas las sorprendentes danzas de cortejo de las aves, los elaborados cantos de las ranas y los sapos, las violentas batallas de los cornudos ungulados, entre muchas otras, siempre con la intensión del macho de ganarse el favor de la hembra y garantizar su descendencia.
Sin embargo, hoy queremos compartir contigo una extraordinaria estrategia en la que el macho no necesita de luchas feroces ni de mostrar su belleza para atraer a su hembra y fecundarla, sino simplemente encontrarla y fundirse a ella en un fuerte y parasitario abrazo casi único en el reino animal. Te presentamos a los Lophiiformes y su curiosa forma de reproducción.

Los extraños Lophiiformes




Estos raros y poco agraciados peces están entre los curiosos habitantes de los grandes abismos oceánicos, allí donde la luz solar no llega nunca y la vida se desarrolla al límite de sus posibilidades. Como es conocido, las criaturas de estos abismos son muy particulares y en ocasiones parecen salidas de otro planeta, este es también el caso de los Lophiiformes.
Estos peces pueden crecer hasta 2 metros de largo y 30 kg de peso, presentan un singular cuerpo cuya mayor parte lo constituye la cabeza, que es achatada y muy ancha, siendo el resto del cuerpo semejante a un apéndice. Pero sin dudas su característica física más relevante es la presencia sobre la boca de un señuelo bioluminiscente que atrae directo a sus fauces a las presas de las que se alimenta, con las que no suele ser muy selectivo, ya que en ese inframundo no hay mucho margen para escoger.

El macho parásito de algunos Lophiiformes



Cuando se estudiaron por primera vez algunas especies de este grupo, sobre todo los ceratioidos, resultó que todos los individuos que se encontraban eran siempre hembras, lo cual desconcertó por un tiempo a los científicos que buscaban afanosamente a los machos para completar la descripción de la especie. Lo que sí ocurría siempre es que estas hembras tenían unos pequeños parásitos adosados a su cuerpo que, con el tiempo, fueron identificados por fin como los machos de estos peces.
Rápidamente, las investigaciones se enfocaron hacia el estudio de esta asociación y descubrieron que los machos, desde que salen del huevo, presentan un olfato muy desarrollado capaz de detectar en el agua el más mínimo olor. Además, no tienen aparato digestivo, por lo que son incapaces de vivir independientemente, y emplean su olfato para rastrear a las hembras siguiendo sus rastros de feromonas, a la cual deben encontrar rápidamente antes de que sus reservas se agoten y mueran.


Una vez hallada la hembra, los Lophiiformes machos se pegan rápidamente a su cuerpo y segregan una enzima capaz de digerir la piel en esa zona, lo cual le permite fusionarse con la hembra incluso a nivel de los vasos sanguíneos. Posteriormente, y ya asegurada su supervivencia con los nutrientes de la hembra, el macho se atrofia totalmente y su cuerpo solo contiene las gónadas que almacenarán semen hasta que las hormonas presentes en la sangre de la hembra le indiquen que es hora de ser fecundada.
Esta estrategia de reproducción extrema se explica quizás por la extrema dificultad de encontrar pareja en esos sitios tan hostiles donde además son muy escasos estos peces, por lo que se garantiza que el macho esté siempre listo para fecundar cuando la biología de la hembra así lo determine.

Delfines: una nueva especie fue descubierta


Cada vez es más complicado descubrir especies de gran tamaño en nuestro planeta, en particular de mamíferos, se ha anunciado el descubrimiento de una nueva especie de delfín jorobado que habita en los mares al norte de Australia, según las primeras informaciones con las que cuentan los científicos. Vamos a conocer como se ha producido el descubrimiento de este nuevo delfín, sin dudas una de las noticias más importantes del año para la biología marina.

Los delfines jorobados



Los delfines jorobados son llamados así por la presencia de una joroba debajo de su aleta dorsal. Contaban hasta ahora con dos grandes poblaciones conocidas, el delfín jorobado del Atlántico, que habita frente a las costas occidentales africanas, y el delfín jorobado del Indo-Pacífico, que según este estudio realizado por investigadores de la Wildlife Conservation Society y otras organizaciones, serían en realidad tres especies, una de las cuales muestra los suficientes caracteres propios para ser declarado una nueva especie para la ciencia.
De esta manera, además de la especie Atlántica, Sousa teuszii y las otras dos especies indopacíficas propuestas, Sousa plumbea y Sousa chinensis, que habitan en áreas separadas de esta inmensa región geográfica, hay que sumar ahora la nueva especie, que aún no ha recibido un nombre oficial, y que habita al norte del subcontinente australiano.

¿Cómo concluyeron los investigadores que era un nuevo delfín?



Tras realizar la autopsia de alrededor de 200 delfines jorobados y comparar la dentición y el pico de unos 180 cráneos de ejemplares de museos o víctimas de los frecuentes recalamientos costeros, los científicos comenzaron a encontrar diferencias muy notables entre ellos. Esto condujo a la realización de un análisis definitivo del ADN de 235 ejemplares, el cual mediante comparaciones biogenéticas precisas, mostró que efectivamente, la especie septentrional de Australia no había sido identificada antes.
Este descubrimiento es importante ya que representa un elemento más en la comprensión de la historia evolutiva de los cetáceos, de los que se conocen unas 80 especies hasta ahora. Además, contribuye de manera notable a la elaboración de planes precisos de conservación y manejo de cada especie, muchas de las cuales se encuentran potencialmente amenazadas de extinción.

Por lo pronto, la nueva especie australiana ya está pendiente de recibir su nombre oficial, que deberá ser avalado por la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica.

¿Cómo se desplazan las medusas?


Las medusas son animales marinos que llegan a medir entre 5 y 40 centímetros de diámetro. Su consistencia y anatomía suele ser una pesadilla, sobre todo, para los bañistas que se enredan con sus tentáculos que poseen toxinas que pueden causar reacciones alérgicas. De todas maneras, sus particularidades hacen de ellas unos seres fascinantes. Incluso, la forma en que se mueven es sumamente curiosa.
Un grupo de investigadores norteamericanos han efectuado estudios sobre la manera en cómo se mueven las medusas. Si bien se desplazan a través del agua de manera poco convencional, todo parece indicar que son los animales que mejor utilizan su cuerpo y la energía necesaria para nadar. Entonces, si quieres saber por qué las medusas son las mejores nadadoras del océano, sigue con esta interesante lectura.


Cómo nadan las medusas

Científicos del Laboratorio en Biología Marina en Wood Hole, Massachusetts utilizaron un método para calcular la energía que necesitan diferentes animales para desplazarse llamado “costo de transporte”. Así determinaron cuánta energía utiliza este molusco en sus dos etapas de movimiento. En la primera se contrae hacia adentro expulsando agua detrás suyo, propulsándose hacia el frente. Luego vuelve a su forma original y se vuelve a llenar de agua.
Además, este estudio determinó que entre las dos fases del movimiento de las medusas, que se pensaba estaba en completo reposo, hay un ligero empuje hacia el frente. Lo cierto es que no se ha calculado la energía que utiliza en ese espacio de tiempo.

Lo que se pudo comprobar es que en ese estado de aparente reposo el tejido elástico en la medusa funciona como una goma que fuerza a darle su forma original. Esa acción produce un movimiento de agua debajo de su cuerpo llamado vértice que la impulsa hacia adelante.
El estudio dio a conocer que en el empuje secundario es responsable de un 30% del desplazamiento total de la medusa. Como dato curioso, se utilizó anestesia para ver cómo se comportaban las medusas en esas condiciones y al parecer esta propulsión funciona aun en esos casos lo que llevó a concluir que eso lo hacen de manera mecánica.


Un descubrimiento potencial

El descubrimiento sobre la forma en que se desplazan las medusas podría dar pistas para futuros mecanismos utilizados para la propulsión de vehículos. Si bien no aportaría naves de gran velocidad, podría arrojar tecnología que permita que estas se desplacen con muy poca energía, haciéndolas muy eficientes. Podría incluso adaptarse a equipo de monitoreo o de rastreo que no precisan velocidad, pero sí un movimiento constante.
Últimamente, ha habido una plaga de medusas que han colapsado plantas de energía nuclear en lugares como Suecia y Corea del Sur. Quizás la energía que ahorran en su locomoción sea la que produzca una reproducción tan acelerada.


¿Qué es la biología marina?


La biología marina es el estudio de la vida en los océanos y en otros ambientes de agua salada, como los manglares. Ella incluye el estudio de todos los organismos vivos, desde el pequeñísimo plankton hasta la gran ballena azul.
La biología marina incluye gran variedad de disciplinas como astronomía, oceanografía biológica,  biología celular, química, ecología geología, meteorología, biología molecular, genética, oceanografía física y zoología.


La vida en el mar ha sido siempre objeto de estudio e interés a través de cientos de años y su estudio nos lleva a entender el mundo en que vivimos. El océano cubre el 71% de la superficie de nuestro planeta, pero debido a su profundidad, tiene unas 300 veces más la capacidad de soportar la vida que la tierra firme. Los científicos consideran que sólo se ha explorado un 5% de los mares.
Los organismos marinos contribuyen significativamente a regular el ciclo del oxígeno y el clima de la tierra.
La biología marina incluye el estudio de la vida marina y el hábitat marino.
Vida marina:
Vida microscópica: el plankton microscópico vegetal y el plankton animal, los moluscos y las larvas de algunos animales mayores.
Plantas y algas: Aunque la vida vegetal no es muy rica en los océanos, encontramos diferentes clases de algas.

Invertebrados marinos: anémonas, medusas, pulpos, calamares, estrellas de mar y erizos.
Peces: hay infinidad de especies de peces, desde las pequeñas anchoas hasta el gran tiburón ballena.
Reptiles: tortugas, iguanas, serpientes marinas, cocodrilos de agua salada.


Aves marinas: albatros, pingüinos y gaviotas.
Mamíferos marinos: ballenas, delfines, manatíes, vacas marinas, focas, leones marinos, morsas y osos polares.
Hábitat marino:
Los arrecifes: son uno de los hábitat más diversos de la tierra. Los más conocidos son los localizados en aguas tropicales, aunque también los hay en aguas frías.
Mar profundo y fosas oceánicas: Son los lugares más profundos del mar y donde no llega la luz del sol y la presión del agua es extrema, pero que soporta gran cantidad de vida marina.
Mar abierto: este hábitat es gigantesco y se refiere a las grandes extensiones de agua entre los continentes. Allí viven las especies más grandes del mar.
Zona costera: incluye la zona que dejan los cambios de la marea, donde hay una rica vida marina. Muchos animales viven de los animales que quedan atrapados al bajar el nivel del agua.